Los datos estadísticos sobre la intención de voto

Miguel Nava Xochitiotzi

Artículo publicado en la página 8 de El Sol de Tlaxcala el día 10 de noviembre de 2020

El camino hacia la renovación temporal de los titulares de los poderes ejecutivo y legislativo, presupone la participación activa de la ciudadanía. Al mismo tiempo, hace necesaria la existencia de instrumentos que propicien la formación de la opinión pública. Es así como aparecen los datos estadísticos sobre la intención de voto como parte fundamental de la sociedad democrática.

No es un secreto que lo que sucede en los procesos electorales permite apreciar el reflejo del grado de democracia presente en la sociedad en que se realizan. La ciudadanía debe tener conocimiento de quiénes son los sujetos que contienden a los cargos de representación, cuál es su trayectoria, sus ideales, y cuáles son las propuestas que sostienen. Ya lo dijo Corzo Sosa: “Participación y opinión pública forman un binomio irremplazable en un constitucionalismo democrático. “

Los datos estadísticos se obtienen de la realización de encuestas electorales. Estas, a su vez, consisten en la averiguación sobre cuál es la opinión pública que prevalece en el electorado de determinado lugar, en un cierto momento. Todas aquellas personas físicas y morales que pretendan llevar a cabo encuestas electorales por muestreo, deben adoptar criterios estadísticos de carácter científico para la realización de las mismas.

En nuestro Estado, las encuestas relativas al proceso electoral que se avecina han ido en aumento, llegando a constituir un tema primordial en torno al cual gira la contienda electoral. Aumentarán aún más conforme se acerque la jornada electoral, lo cual seguramente conllevará la presencia de diversos criterios en los medios de comunicación que las dan a conocer, más aun tratándose de nuestra era, donde los medios tecnológicos permiten un importante escenario de debate.

Debemos cuidar que la presencia de las encuestas electorales, y el interés que han despertado, permanezca y, a su vez, fortalezca los lazos entre la ciudadanía y la democracia. Resulta importante que su realización se lleve a cabo de manera ajena a los partidos políticos, que no sean éstos el origen de la fuente de información manejada. Cabe aclarar que los datos estadísticos no predicen ni anticipan los resultados electorales, sólo muestran las preferencias electorales en el instante en que se realizan.

En el tema de encuestas, se ven involucrados los derechos humanos de libertad de expresión y de información. Afortunadamente, a través de los años y los diversos procesos electorales que se han llevado a cabo en nuestro país, hemos alcanzado una libertad de expresión y de información de la que podemos enorgullecernos, y que difícilmente podrá dar marcha atrás. Por ello, la regulación en torno al tema de las encuestas electorales no es contraria a una sociedad auténticamente libre, ni violatoria de la garantía tutelada por el artículo séptimo constitucional. No restringe de manera alguna la expresión de opiniones políticas, sino que obstaculiza la comercialización de los resultados. Como lo señaló Giussepe Contini se trata más bien de una opción entre una libertad libre y una libertad regulada, que en este caso, permita avanzar en la lucha contra el desprestigio y la desconfianza en la democracia como sistema de gobierno.