JUSTICIA, EQUIDAD Y ACCIONES AFIRMATIVAS.

«El criterio último de la justicia es conducente a la preservación de la cooperación social…» Henry Hazlitt.

Miguel Nava Xochitiotzi

Artículo publicado en la página 8 de El Sol de Tlaxcala el día 30 de marzo de 2020

La justicia es, sin duda alguna, la mejor de las virtudes. Su objeto es el bienestar mismo de una sociedad. De este modo, algo que es justo, produce y protege la felicidad.

La justicia procura la igualdad, ya que busca el mayor equilibrio de satisfacción distribuido entre todos los individuos a los que les pertenece. Frecuentemente, se le asocia con lo correcto, con lo igual, y lo proporcional. De esta manera, los actos de justicia sólo lo son cuando se refieran a una distribución equitativa, mientras que las desigualdades inmerecidas son injustas, y requieren una compensación.

En efecto, un concepto opuesto es la discriminación. En las sociedades democráticas, principalmente aparece en los casos en los que un grupo dado no recibe los mismos derechos ni las mismas oportunidades que otro, aunque ambos formen parte de la misma sociedad. Esta desigualdad -en trato o en oportunidades- hiere directamente el ideal de justicia al que éstas aspiran. Es aquí entonces, que se requiere de la equidad.

La equidad es una corrección de la igualdad. Apela a reconocer las diferencias que existen en una sociedad, en aras de que, aquellos grupos desfavorecidos, encuentren facilidad para acceder a la justicia y a las oportunidades; permite abrir las puertas a un marco epistémico nuevo.

Las políticas de acción afirmativa, buscan compensar o corregir una discriminación, ya sea presente o pasada, a los grupos sociales tradicionalmente más débiles, para que puedan acceder a una vida digna.

A través de las acciones éstas, se rompe intencionalmente con el principio de igualdad, en aras de conseguir que todos accedan a iguales oportunidades; en apariencia, se cometen injusticias, para alcanzar una distribución y protección precisamente justa para todos.

En concordancia con John Rawls, pienso que los principios de la justicia sientan las bases para delinear las instituciones que consigan la salvaguarda de los bienes primarios de una sociedad. Es de este modo que, si queremos buscar la realización de la justicia en nuestra sociedad, es necesario compensar las desventajas que histórica y lastimosamente han implicado situaciones como la enfermedad, la pobreza, el género, la diversidad sexual, la discapacidad, la edad, entre muchas otras.

En Tlaxcala se han implementado, tras una ardua labor jurídica e institucional, acciones afirmativas que buscan garantizar la igualdad de oportunidades para los grupos sociales en situación de desventaja. Es un orgullo poder decir que a la fecha en materia electoral se han implementado a favor de las mujeres, comunidades indígenas, jóvenes y próximamente la comunidad LTTTBIQ. Debemos reconocerlas y aplicarlas con orgullo, porque nos acercan un poco más a la equidad, y nos apartan un poco más de la injusticia.