Diálogo Judicial

Luis Manuel Muñoz Cuahutle

El Sol de Tlaxcala, Pagina 8, martes 3 de Septiembre de 2019

Del 20 al 23 de agosto de este año, la Asociación de Tribunales Electorales de la República Mexicana y la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia, organizaron en la ciudad de Bogotá, el Foro «Diálogo Internacional por el Fortalecimiento de la Democracia”.

En él se abordaron diversos temas que son relevantes para los países ahí representados. En uno de ellos, participé moderando la mesa de trabajo denominada: Estándares de la Comisión y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la política judicial electoral en México y diálogos judiciales electorales, en la que participaron expertos como el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, integrante de la Sala Superior del TEPJF; el Doctor Manuel Tenorio Adame, consultor internacional y académico reconocido en México y Colombia; la magistrada Irina Graciela Cervantes Bravo, integrante del Tribunal Electoral de Nayarit; así como, del doctor Alfonso Palacios Torres, ex magistrado auxiliar de la Corte Constitucional de Colombia.

En su desarrollo, compartí algunas ideas. Expresé que a raíz de la ratificación del Pacto de San José y la aceptación de la competencia contenciosa de la Corte interamericana, para los estados que integran el sistema interamericano se generó una nueva forma de interpretar los derechos humanos, pues ello generó la coexistencia de normas de rango nacional e internacional, así como nuevas prácticas y canales de comunicación para la solución de casos sometidos a la justicia interna, como el diálogo entre las cortes nacionales y la jurisdicción interamericana. Ahora la solución de las diversas problemáticas además de buscar respuestas en la legislación nacional, lo hace en normas interamericanas, lo que provocó un intercambio de ideas, como la circulación de ciertos principios comunes como referentes aplicables, bajo ciertas condiciones, en otros sistemas.

Quienes integraron del panel dieron cuenta de la utilidad de dicho diálogo, como lo fue el magistrado Rodríguez Mondragónquien señaló que los parámetros interamericanos han sido útiles y transformadores en la política judicial en México; mismos que, además de servir a la protección de derechos humanos, también han sido referentes para fortalecer a la democracia, y a guisa de ejemplo, expuso diversas sentencias mediante las cuales la Sala Superior del TEPJF ha fortalecido la independencia judicial.

Por su parte, la doctora Cervantes Bravo planteó la necesidad de que los operadores jurídicos nos alejemos de posiciones positivistas y ortodoxas. Destacó la importancia de reconocer la constante interacción entre las normas internas e internacionales, que se debe estar consciente del nuevo escenario que se enmarca con la llamada “globalización judicial”; resaltó la importancia del diálogo supranacional, así como la de reflexionar sobre el cómo transitar a un modelo de justicia multinivel que fortalezca a la democracia, que a su vez brinde mayor seguridad jurídica.

Palacios Torres narró el camino que se ha recorrido para generar doctrina judicial en torno a la validez de los procedimientos disciplinarios que la Constitución y la ley colombianas establecen para servidores públicos. Relató cómo surgió el diálogo entre la Corte de su país y la Interamericana, del que surgieron parámetros para la validez de la aplicación de dichos procedimientos, incluso, a los de elección popular.

Finalmente, Tenorio Adame dijo: “Convencionalidad sí, Bloque de Constitucionalidad también”; pero cuestionó: “¿bajo qué reglas?. Explicó que existe una relación biunívoca entre la parte orgánica y la parte dogmática de la Constitución, con relación al principio de supremacía constitucional. Señaló, hablar de convencionalidad, es hablar de protección de derechos humanos, lo cual le sirvió para decir que en materia electoral existe un sesgo, pues si bien se busca la protección de derechos (votar y ser votado), se han pasado por alto los efectos que se producen con dichas decisiones sobre instituciones previstas en la parte orgánica de la Constitución. Por ello, señaló la necesidad de fijar estándares para ponderar y armonizar ambas partes de la Constitución y así garantizar su respeto íntegro.

Este evento abordó un tema desde diferentes perspectivas y experiencias, que para México es de la mayor importancia, principalmente, a partir del nuevo texto del artículo 1º de nuestra Constitución; mismo del que puedo concluir: si lo que buscamos son instituciones de justicia sólidas que representen una verdadera garantía de justicia, no podemos soslayar los retos que este evento nos mostró, pues ante la llamada “globalización judicial”, el diálogo entre tribunales será una herramienta que haga de la función judicial una base fundamental para el fortalecimiento democrático de nuestro país.